Tratamiento de la artrosis canina
Presentamos un caso clínico enviado por un veterinario en el que se constata el éxito en el tratamiento de la artrosis canina, concretamente en una displasia de cadera, utilizando el condroprotector para perros (y regenerador) Arthrobon.
Atila es un golden retriever de dos años con un historial de problemas locomotores atribuibles a alguna patología compatible con artrosis canina.
Síntomas:
- dificultad en levantarse, sobretodo del tercio posterior. Rigidez «matutina»
- cojeras intermitentes de la pata posterior derecha y que a veces empeora con el ejercicio
- caminar y trotar con «balanceo» de la cadera
El diagnóstico radiográfico (la imagen corresponde a la última radiografía efectuada) apunta a una displasia de cadera observándose una incongruencia en la articulación coxo-femoral y subluxación de la cabeza femoral (flecha blanca).
Podríamos decir que la displasia de cadera se trata de una de las formas de artrosis canina más habituales en razas grandes.
Los tratamientos anteriores se basaron en el uso puntual de antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Éstos no pertenecen al grupo de los corticoides y por tanto no tienen sus posibles efectos secundarios. No obstante, a Atila le producían trastornos gástricos a menudo por lo que sólo se utilizaban de forma temporal (los días en los que cojeaba más). El resultado final es que el propietario siempre observaba problemas locomotores en Atila aunque, gracias a los antiinflamatorios, lograba una cierta mejoría aparente y sólo cuando se los suministraba.
Había probado, por recomendación veterinaria, algún condroprotector para perros sin que pasadas varias semanas hubiese encontrado mejora.
El tratamiento de la artrosis canina de este caso se basó principalmente en el uso del Arthrobon. Inicialmente el propietario no estaba muy convencido en base a sus experiencias pasadas pero se sorprendió cuando empezó a encontrar mejora a los 14 días de empezar el tratamiento.
Al cabo de 5 meses de tratamiento parece que Atila no tenga ningún problema articular.
No está curado, ya que la displasia de cadera no se cura, pero intentaremos que el avance de la enfermedad sea lo más lenta posible y que no le duela, con lo que habremos mejorado su calidad de vida.
Este caso es un claro ejemplo del éxito en el tratamiento de la artrosis canina con el uso de Arthrobon comprimidos (unido a las medidas nutricionales y de ejercicio acordes a la patología).